Se
tumbo en la hierba mojada y se sintió tan bien que acabo por dormirse. Cuando despertó
recordó vagamente el sueño, un sueño que la dejo con una sensación de felicidad
que nunca antes había sentido. Se levanto y fue a la cocina. Hizo el desayuno y
con el volvió al jardín donde se lo tomo sentada en la hierba.
¡Ay esos acentos!
ResponderEliminarmuas.
Jajajajaja! Bonita historia. Cierto lo de los acentos ;-)
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