Me regalaron este libro el año pasado y empecé a leerlo pero lo tuve que dejar porque me parecía triste y no lo podía leer.
Este año lo cogí por segunda vez y la verdad es que lo he disfrutado mucho.
Los relatos, algunos tristes, otros más alegres, te hacen pensar y reflexionar.
Las fotos son lo mejor del libro, tienen una estética muy bonita y puedes perderte en ellas durante mucho rato.
Es un libro que se puede leer de principio a fin o lo puedes abrir por una página cualquiera y dejar que te hable la historia elegida.
La edición está muy cuidada, con esa portada de tela que recuerda a los libros antiguos.
😮
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